ste tipo de trasplanes se pueden realizar en Estados Unidos desde el 2013, pero todos los donantes hasta ahora habían fallecido
La ficción se acabó convirtiendo en realidad. Nina Martínez había visto en la serie «Anatomía de Grey» el caso de una persona con VIH que había donado su riñón para salvar a otra. Ella sabía que esta posibilidad existía en Estados Unidos desde la aprobación de la ley Hope en el 2013, lo que permitió realizar desde entonces unas 100 cirugías de este tipo entre personas con el virus causante del sida. Pero todos los donantes habían fallecido. Ahora Nina, animada por la serie televisiva, se ha convertido en la primera donante viva con VIH en ceder su riñón a un paciente que es también seropositivo. Ocurrió en el hospital Johns Hopkins de Baltimore y se ha convertido en el primer caso en todo el mundo de estas características.
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